vendredi 16 janvier 2009





et nous sommes des figures réelles…


entonces es cuando al nublarse la vista empiezas a ver mejor: te conviertes en una figura concreta, sólida, amorfa, aquí; con esa otra figura igual de real. Ambas buscan su propia forma y al tratar de juntarse empiezan a aparecer los espacios vacíos, esos “intersticios” que sabemos, existen, tan reales como la presencia aunque sean silencio. Y esos espacios en blanco también van cambiando de forma al tratar de unirse, mis formas empiezan a mutar tenazas al asir-te en esa inmensidad intersticial, chocan entre sí, se muerden, se hieren, se destrozan, náusea. Después, todo sigue movimiento vertiginoso de las contradicciones entre el intersticio y tus dedos, el silencio y la palabra, la pregunta y el silencio… pero sobre todo figuras con realidad ya no imaginarias ni lejanas ni solitarias.