jeudi 16 octobre 2008




Los caminos que te han traído hasta aquí son tuyos y sólo tú sabes si soleados o desiertos, si fríos, pedregosos, lluviosos, sinuosos o rectos. Si de subida o de bajada, si de la mano o en otro túnel, si de noche o de día. Yo sólo agradezco el estar aquí en el presente, mirarte con esa mirada traslúcida que tienes y descifrarte desde este silencioso ruido que es mi imaginación a ratos cuando las preguntas. Sólo sé que llegas de un largo viaje, de un fuego que antes creador y después infierno, de horas largas y noches sin dormir, de ti, de ti y de quién sabe más.


De mis caminos sólo sé lo suficiente y no más. Que soy ángel y demonio, que fui y que ahora no soy; y que soy lo que no fui (quizás dije lo mismo). Que me gusta caminar la primavera los parques los helados las conversaciones el juego el sexo el café el cigarrillo las hierbas leer cantar bailar el té (con jazmín es mi preferido) el chocolate las frutillas el vino dormir descansar respirar profundo y tocar mi respiración el cine el tai-chi las sincronías las cartas en las esquinas y por el aire la risa perderme en la luna y en ti, en tus grandes ojos cuando se cruzan con los míos de cerca y de lejos (incluso en esos lugares en que aparece el otro...), el cíclope de Cortázar; tu curiosidad tu sinceridad y delizadeza pero sobre todo mi ignorancia de ti, de mi, de mi y de nosotros.

lundi 13 octobre 2008


¿Realmente existe un objeto que te seduce o quizás esa ilusión no es más que la extensión de uno mismo, ese misterioso ser que arrojado al deseo quiere llegar al Otro siempre Uno? ¿Se puede seducir a otro sin antes estar (ser) uno mismo seducido? Sólo hay una cosa: tu deseo y el mío que recorren una geografía de cuerpos perfectos en cada rincón en donde se aloja esa tibia respiración que va quemando a su paso toda huella de un camino ya cansado y que ahora se abre en flor en la primavera en este aún tímido sol.

dimanche 12 octobre 2008

Une Moderne Olympia - Cézanne


A veces viene la angustia en la garganta se aloja bien en el centro y me quita el habla pero no el pensamiento y me sumerjo en un mundo hostil el suelo lleno de oscuras huellas que trato de esquivar pero aparecen más y más sobre el cielo que hace una hora azul y el viento frío me congela las manos el caminar y mi mirada. Entonces me vienen imágenes de unas cuantas horas atrás, pasado ahora lejano y recuerdo que estuve tranquila sonriente eufórica... quizás todo sean ilusiones de este eterno divagar de los vientos que me llevan de Norte a Sur. Parece que es la luna que me trae hacia acá; hoy casi está llena y algo pasa en mi cuerpo que quiere seguir a mi espíritu pero no se encuentran en ningún lugar, no hay lugares comunes en estas noches. O quizás sea sólo otra noche de domingo, ahogada antaño en una taza de té frente a la ventana en mi soledad. O también esta despierta indigencia que a veces siente mi alma. Desde acá el mundo se me figura como una gran nube informe, a punto de estallar en agua. Qué voy a hacer si a veces me pierdo en esa imagen de la Olympia moderna que me mostraron diciendo que era yo quizás porqué razón nunca lo entendí, salvo en horas como ésta.

samedi 11 octobre 2008

Strawberry Fields

Y así es ese campo rojo, pero no es tanto el color sino el olor lo que se te mete adentro, y sale y se te queda en la piel, en tus labios persiguiendo mis dedos esquivos teñidos de ese dulce jugo en una noche como pudo haber sido cualquier otra, pero no era blanca sino ésa que se anunció durante todo el día, por primera vez pidiendo al sol escóndete, antes de que mis piernas se detengan y mi voz no te alcance y la luna. Mientras quiero estar en ese campo de frutillas sentir cerca tu piel que roja quema funde mi deseo en el intenso carmesí de un gemido la espada que me cruza como esas que escuché desde la acera en esa otra noche, las noches blancas que saben a café negro.