jeudi 19 mars 2009

“Las ilusiones, los errores, las equivocaciones son siempre a posteriori”. (Humberto Maturana)

¿Después de qué? Después de que se ha vivido creyendo que era la realidad. La ilusión es muerte y sólo nace allí. ¿Antes qué? Antes somos felices. La ilusión es así, violenta y definitiva, final en su génesis. Y la desilusión… no existe! Buena noticia: al parecer, no se tienen desilusiones, sólo ilusiones cuya agua bautismal es la de Tánatos. ¿Acaso entonces la ilusión no es un pequeño sueño? Y comparten esa extraña condición del después: los sueños lo son sólo cuando se despierta.
Concedámosle ese favor a la vida: el de ser un sueño sin desilusiones, total, mientras no despertemos...
“Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son”.


mmmmm…. parece que tengo que tratar de dormir mejor….