jeudi 17 décembre 2009

LA GRAN MURALLA CHINA


En algún lugar de un nosotros se va construyendo una gran muralla china. Su construcción es lenta y dolorosa y al igual que la otra, se alza sobre las montañas. Aunque parezca dudosa, ésta crece subrepticiamente y casi sin darnos cuenta. La duda viene del hecho de que por su magnitud e imperiosidad es casi imposible de creer que nuestras miradas no la vean. Y es que su piedra, dura, está hecha de silencios y una resistente red de pensasamientos ocultos que vienen desde recónditos pasajes del alma que el tiempo no ha borrado. Si la comparamos con la otra gran muralla -conocida por todos- vemos que ésta también tiene entradas falsas y trampas para atrapar al que quiera cruzar al otro lado.
La muralla divide la tierra en dos mundos; ambos igual de misteriosos e impenetrables. Todo nos llevaría a pensar que está hecha para protegernos, pero se engañan los que así la justifican, ya que no ven que quien se atreva a escalar las altas montañas y llegar hasta sus paredes es sólo un intrépido viajero guiado por su corazón puro y desarmado. Así, lo que para muchos es un sistema de defensa, en realidad es el ataque más despiadado que se pueda imaginar.
Debido a su material, invisible y resistente al tiempo, a la forma en que ha sido construida (trabajo sólo en apariencia solitario), y a sus impenetrables trampas, sólo hay una forma de cruzarla y ver éste y el otro lado: el viajero debe cavar pacientemente un profundo túnel desde las entrañas mismas de la tierra y así eludir el vano intento de saltar alto (tarea irrealizable). Desde lo profundo, traerá consigo el conjuro mágico que con un haz de luz desvanecerá la ilusión que teje la falsa palabra y los silencios . Hasta entonces, la gran muralla permanecerá impertérrita y definitiva sobre las altas y sinuosas montañas.

1 commentaire:

Tapio a dit…

Que bonito. Me encanta cuando mis amigos ven el vaso medio vacío.

Así es el día a día puh mija linda... al igual que su post anterior es necesario tener el corazón abierto y la mente atenta.

Como dijo Aristóteles Carrasco: "La fuerza natural de la vida es mandar todo a las pailas y, para evitarlo, el hombre debe luchar contra ella día a día.
Es algo así como una condena funesta pues tarde o temprano es el mismo árbitro del partido, ese pelao raquítico, quien te saca de la cancha para que otros sigan jugando".

ja!.. mi visión hoy observa el otro lado del vaso. Por eso necesito amigos como tu :)

besos

Tapio